Etiquetas
Alamar, Crónicas Cubanas, Cuba, Félix Sautié Mederos, Iglesia, Isidro Hoyos, religión, sacerdocio, Santander, sociedad, sociedad civil
CRÓNICAS CUBANAS,
Por Félix Sautié Mederos.
En los años de vida que pesan sobre mi persona, una constante existencial que cada vez que aparece o que me choco con ella afecta mi sensibilidad humana y muy especialmente mi sentido místico de la existencia terrenal, han sido pues, las despedidas definitivas e inevitables de quienes se han marchado hacia la Casa que no se acaba a donde todos habremos de ir un día, así como en el caso específico cubano de quienes emigran definitivamente del país y que después pensamos que no los volveremos a ver más o que será muy difícil volver a encontrarnos con ellos.
De ambas posibilidades de despedidas inevitables he sido víctima y testigo de excepción, porque dado mi edad he vivido la muerte física de mis abuelos, padres, tíos, amigos de mi infancia e incluso de dos de mis hermanos, incluyendo la despedida de mis hijos, nietos y sobrinos que han emigrado. Tampoco nunca podré olvidar la muerte de un hijo pequeño que un cáncer me lo arrancó de mi existencia terrenal. En este orden de acontecimientos, además una buena parte de mis condiscípulos, de mis compañeros de luchas y de trabajo han emigrado definitivamente y están fuera de Cuba incluyendo a los que han muerto en tierras extrañas. Todo ello al punto que poco a poco mi esposa Elena y yo, hemos pasado a formar parte del gran número de personas y matrimonios de la tercera edad que en Cuba nos hemos ido quedando en la soledad familiar. Quizás solo con algunos pocos familiares cercanos presentes, que por demás siempre los mantenemos en las expectativas de que un día también podrían tomar la decisión de emigrar
definitivamente. En estas circunstancias, puedo decir que no pasa un nuevo mes que no recibamos la noticia de que alguien amigo o familiar emigró definitivamente. Cuba se está despoblando con ritmo galopante y no deberíamos olvidarnos de ello.
Sigue leyendo