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Por Isbel Díaz Torres
Ya ha concluido la Sexta Jornada contra la Homofobia en La Habana, y a pesar de los diversos espacios diseñados en esta edición, no parece quedar muy claro cuál es el estado actual del flagelo de ese tipo de discriminación en nuestra sociedad.
Ha sido un logro para las personas con sexualidades diferentes a la hegemónica, que este evento se mantenga en el programa nacional, y ello se debe, por supuesto, a la labor mantenida del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), que dirige Mariela Castro.
Tal hecho puede ser mirado desde dos aristas: por una parte habla de un trabajo serio, profundo, y constante del CENESEX, pero por otra rebela la limitadísima incidencia de los proyectos LGBT autónomos existentes, y su poca capacidad para concertar eventos y acciones en torno a esta problemática.
Entre la pasada Jornada y la actual se ha verificado un tenue acercamiento del CENESEX a iniciativas de la sociedad civil como el Proyecto Arcoíris, a la par que algunas de las “redes sociales” de la institución han sufrido altibajos en el período por causas diversas.