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activismo, alternativo, anarquismo, antiautoritarismo, antropología, autogestión, cocina permacultural, consumo, ecología, educación, libertad, Myriam Cabrera Viltre, Rogelio M. Díaz Moreno, salud, sociedad, solidaridad, Taller Alfredo López
Por Rogelio M. Díaz Moreno
Este domingo prosiguieron las actividades que componen la Primavera libertaria de La Habana, con una reunión de tinte gastronómico. El Taller Alfredo López, miembro del colectivo Observatorio Crítico, ha organizado estas jornadas con sus reconocidos fines de promoción de actitudes de empoderamiento social, liberación y asunción de responsabilidades ciudadanas. De tal suerte, cabe plantearse la cuestión de si también se puede, desde un espacio tan aparentemente mundano como el de la cocina, avanzar en estos fines. Esperamos que nuestros visitantes, después de leer la presente croniquilla, consideren válido el cuestionamiento.
El protagonismo de esta vez lo asumió una tendencia o filosofía a la hora de preparar los alimentos, la llamada Cocina Permacultural. Esta se propone varios fines que a mí me parecieron muy dignos de atención. En primer lugar, se trata de conectar con la conciencia de que toda nuestra vida y nuestro futuro dependen de la sostenibilidad del medio ambiente. Que para lograr una permanencia (de ahí el nombre de esta práctica) de calidad sobre la tierra, nuestro trabajo en la cocina debe respetar algunos principios básicos como el ahorro y la racionalidad de los elementos que empleamos; a la vez que se pueden poner en práctica otros ingredientes que también contribuyen a la satisfacción y realización de las personas.