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Arturo López-Levy, Barack Obama, Berta Soler, disidencia, Estados Unidos, FNCA, Fundación de Derechos Humanos, Fundación Nacional Cubano Americana, Guillermo Fariñas, Intercambio Estudiantil Cuba-EE.UU, Miami, Miami Dade College, sociedad civil cubana, USAID
Por Arturo López-Levy
17 de enero – Un gran revuelo ha causado en la comunidad cubano-americana la llegada de un grupo de estudiantes vinculados a la oposición en la isla para estudiar en el Miami Dade College (MDC). Los recién llegados cuentan con becas sufragadas por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de la Fundación de Derechos Humanos (FDH), una sucursal de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).
La “Fundación“, como se le conoce en medios cubanos, es como los Borbones franceses después de Napoleón-”ni olvidan ni aprenden nada”. Es la organización dirigida por la familia Mas (la presidencia se pasa de padre a hijo), a la que el presidente Obama ha dedicado más espacio en sus andares electorales y de recaudación de fondos. Ha sido también, desde su creación por Jorge Mas Canosa, la expresión más eficiente del pensamiento plattista, cabildeando la aprobación de las leyes Torricelli y Helms-Burton. Es también una organización que ha tenido una rama paramilitar encargada de coordinar acciones de carácter violento contra Cuba, incluyendo el apoyo a Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, connotados terroristas anticastristas.