Cuando hace dos años Julio Manzini bautizó como McDonald’s a su cafetería, por la cadena estadounidense, nunca imaginó que le podría traer problemas. Pero hace poco decidió cambiar el nombre.
«Ni sé la calidad de la McDonald’s. El nombre es como Shakira, impactante», dijo en su cafetería «La McDonald’s Camagüeyana», en la ciudad de Camagüey, a 500 kilómetros al este de La Habana.
Este mes sacó el nombre de «McDonald’s» y los famosos arcos dorados de su cartel hecho a mano como precaución, luego que la empresa estadounidense envió un abogado al restaurante.
El local se llama ahora «Cafetería La Camagüeyana».
La McDonald’s falsificada ilustra una posible batalla entre Estados Unidos y Cuba por las marcas y los derechos de propiedad intelectual, en la medida en que la economía de Cuba se abre al sector privado y a nuevos vínculos con Washington.
«Estoy muy asustado. Yo no vendo mil pesos cubanos (40 dólares) aquí al día,» dijo Manzini. Sigue leyendo