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CRÓNICAS CUBANAS
Por Félix Sautié Mederos.
Quizás a algunos de mis lectores les parezca inverosímil el título que he escogido para mis Crónicas Cubanas, en esta ocasión en la que testimonio mis vivencias y meditaciones sobre un muy interesante encuentro periódico, al que nuevamente asistí hace algunos días junto con Elena mi esposa. Específicamente, me refiero a un nuevo Jueves de la Embajada, los que hace algún tiempo acostumbro a relatar a mis lectores. En esta ocasión, fue dedicado a un conversatorio con motivo del 25 aniversario del personaje Mario Conde, detective y antihéroe cubano que encarna la lucha del bien contra el mal. Un hombre que cree en la amistad. Un personaje creíble, personaje entrañable que se reinventalucha contra la opresión, contra los oportunistas (1); y que expresa sentimientos, vivencias, hastíos y desencantos de varias generaciones de jóvenes cubanos. En el conversatorio, participaron como ponentes del tema tratado su autor Leonardo Padura (1955); el conocido actor cubano Jorge Perugorría, quien lo acaba de interpretar en una serie fílmica recientemente filmada (Las Cuatro Estaciones de Félix Viscarret) de la cual expresaron amplias informaciones los disertantes y pudimos ver proyectadas algunas breves imágenes; además, junto con Don Guillermo Corral, Consejero Cultural español en Cuba quien fungió como moderador y animador.
Expreso esta afirmación no festinada en mi criterio muy particular, a pesar de que realmente no debería ser lógico que a estas alturas me atreva titular mi crónica con la frase «Un jueves redescubriendo a un escritor como Leonardo Padura» en unión al antológico personaje principal de sus novelas que, según el propio Padura, han sido escritas con el propósito de lograr una novela policiaca cubana que no se pareciera a una novela policiaca cubana, el detective cubano Mario Conde. Me refiero en consecuencia, nada menos que a escritor, en mi criterio en la cúspide de su carrera, con una obra tan fecunda y reconocida dotada de un significativo carácter social que incluso ha sido merecedora del Premio Princesa de Asturias 2015, el más reconocido y valioso de las letras españolas, obra cuyo jurado la caracterizara como «una soberbia aventura del diálogo y la libertad. Pido disculpas a quienes insisten en reconocer al español solo simplemente como el idioma Castellano, su origen en el tiempo, porque para mí y para muchos en América de conjunto es la lengua materna nuestra y de nuestros ancestros venidos de una España soñada como la tierra Madre de nuestros padres y abuelos. Desde muy niños idealizada por encima de crueldades y contingencias de la historia.
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