Etiquetas
alternativo, antiautoritarismo, anticapitalismo, autoritarismo, burguesía, burocracia, cambio, capitalismo, ciudadanía, Cuba, cultura, debate, democracia, diálogo, Dmitri Prieto Samsónov, educación, Espacio Laical, espacio público, felicidad, huracán, intelectuales, IPS, izquierda, libertad, libertad de expresión, Manuel Calviño, Ovidio D'Angelo, participación, revolución, sociedad, sociedad civil
Por Redacción IPS Cuba
¿Son felices los cubanos?, fue la pregunta que intentó responder un espacio de debate donde varios especialistas y el público asistente reflexionaron sobre los factores para que las y los ciudadanos se realicen de manera plena a nivel individual y social en la nación. “La pregunta de si somos felices aquí podría hacerse en cualquier lugar del planeta”, indicó el psicólogo y sociólogo Ovidio D’Angelo, uno de los integrantes del panel efectuado el 15 de septiembre en el Aula Magna del Centro Cultural Félix Varela, de la Arquidiócesis de La Habana. En el encuentro de reflexión y debate trimestral En Diálogo, organizado por la revista Espacio Laical, participaron además como ponentes el ensayista e investigador Dmitri Prieto Samsónov y el psicólogo, profesor y presentador del programa televisivo “Vale la pena”, Manuel Calviño.
Para D’Angelo, lo más proactivo es “plantearnos cuales serían las cotas mayores de felicidad colectiva que podríamos alcanzar con ciertas reformulaciones de carácter social, institucional, económico y cultural que vaya a mayores niveles de realización en ese ideal”. Concordó en que el análisis de las situaciones de vida concreta en lo personal, familiar, social y el posicionamiento y acción en un sentido social renovador serían condiciones fundamentales para avanzar en dicha dirección. En opinión del especialista, resulta indispensable contar con espacios para realizar los proyectos de vida individuales, algo en lo que “actualmente hay muchas limitaciones, por muchas razones”. Deberíamos tener muy claro desde lo social y la dirección del país de la necesidad de construir autonomías personales y colectivas, pues “todo lo que sea el establecimiento de un orden represor con relación a normas impositivas demasiado coactivas son contraproducentes al desarrollo humano”, apuntó.
Por su parte, Prieto se refirió a la crisis civilizatoria que caracteriza al mundo contemporáneo, un fenómeno del cual, dijo, Cuba no escapa. Y advirtió que “hoy hay muchas menos ideas orientadoras que hace 20 años”. En este sentido, se refirió a uno de los principales fetiches de la cultura noratlántica “tener cada vez más y más nuevo”, donde se asocia la felicidad a modelos de consumo. Más adelante, el ensayista reconoció que “lo que más me molesta hoy en Cuba no es tanto la incertidumbre respecto al futuro como el desgaste que permea todas las estructuras, lo cual conspira contra la felicidad”. “El desgaste sigue ahí, como el dinosaurio de (escritor hondureño Augusto, 1921-2003) Monterroso. Es un desgaste superpuesto con una crisis institucional y existencial”, añadió.