Etiquetas
Por Jimmy Roque Martínez
Una de las tantas cosas que me sorprendieron en la Ciudad de México (DF) fue la libertad con que los homosexuales expresan amor a sus parejas. Es común que chicos y chicas homosexuales se tomen de manos en la calle o se besen en la boca en plena vía.
Pude ser testigo de ello una noche, al final de la calle Madero (especie de bulevar en el DF), donde mucha gente gay de todas las edades, también heterosexuales, se mostraban abiertamente su cariño.
Siempre estaban quienes miraban con cierta sorpresa a homosexuales y lesbianas, pero fueron muy pocos y, por la apariencia, sospecho que no eran mexicanos.
También visité algunas discotecas y bares gays del DF, buena parte de ellos irónicamente ubicados en la calle República de Cuba. Sigue leyendo