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Por Rogelio M. Díaz Moreno
Imaginemos un escenario hipotético en el que a cada ciudadano se le pide que conteste un referendo con una sola pregunta, aparentemente simple, que sería: ¿Debe la ley proteger por igual a todas las familias?
No se apresure en contestar. La cosa tiene su truco. Recuerde que hay muchos tipos de familias. Está la que todo el mundo se imagina: Papá, mamá y uno o más nenés. Por alguna razón, es la que representa el ideal de familia en la mente de la mayoría de las personas, a pesar de que estadísticamente no tiene tantas razones para reclamar ese carácter universal. El papá y la mamá pueden estar oficialmente casados por algún ritual civil o religioso, o no estarlo, vivir juntos o no, tener mucho sexo o no. Existen muchas familias donde falta el papá. O la mamá. O ambos, y hay una abuela o un tío a cargo de los pequeños. U otros arreglos de parientes conviviendo con o sin niños. Interraciales e intrarraciales. De la misma, distintas o ningunas religiones. Polígamas. Poliándricas. De amigos o compañeros hermanados fraternalmente por circunstancias o necesidades de la vida. Heterosexuales. No heterosexuales.
¿Se complica ahora la respuesta? Una cosa podemos decir, basados en vistazos a la historia: muchas veces se respondió a esta pregunta con un solemne, rotundo y sangriento No. Sigue leyendo