Etiquetas
antiautoritarismo, concepto de revolución, Cuba, debate, democracia, El Socialismo y el Hombre en Cuba, Ernesto Che Guevara, Estado, Félix Sautié Mederos, Fidel Castro, internacionalismo, izquierda, marxismo, República, revolución, socialismo, sociedad
Las razones para hablar de Che en Cuba hoy
Crónicas Cubanas
Por Félix Sautié Mederos
Queridos lectores de Crónicas Cubanas: en su ensayo El Socialismo y el Hombre en Cuba, publicado en la Revista Marcha de Uruguay el 12 de marzo de 1965, que releo muy detenidamente en estos tiempos cubanos y que considero muy importante en mis análisis y crónicas del momento que vivimos, Che expresó en uno de sus párrafos esenciales que “Lo difícil de entender para quien no viva la experiencia de la Revolución es esa estrecha unidad dialéctica entre el individuo y la masa…” Dice también en otro de sus párrafos que “…de la revolución que operaba en nuestras mentes, el individuo fue el factor
fundamental…”. Por otra parte planteó además algo que considero esencial: “En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que esta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo…”. También en este ensayo que estoy citando emitió un concepto muy importante que he reiterado en varias ocasiones, porque es posible verlo reflejado hoy en nuestro país aunque algunos no lo quieran aceptar: “…el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efecto de una disminución cuantitativa de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar…”.
Sé, y no lo oculto, que hay quienes discrepan de Che en sus criterios y prácticas. Lo niegan a partir de su ejecutoria radical, pero debo confesar que yo me encuentro entre los que lo admiran y no puedo negarlo porque tuve, incluso, la oportunidad de conocerlo en persona, y debo decir que precisamente por su ejecutoria revolucionaria, radical y ejemplar que selló entregando su vida por sus ideas, es que lo considero un referente moral que los revolucionarios deberíamos asimilar profundamente, en especial en los momentos de dudas y de crisis. También reconozco que tuvo sus errores como
persona que es a partir de su condición humana, plenamente asumida en su quehacer cotidiano y en su criterio conceptual cuando en la obra que estoy citando expresó que “…hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad, para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.” (1)
Sigue leyendo