Etiquetas
anticapitalismo, antimperialismo, burguesía, cambio, capitalismo, clase obrera, coeficiente Gini, cultura, democracia, derechos humanos, desigualdad, economía de mercado, EE.UU., ideología, igualdad, imperialismo, izquierda, manipulación, marxismo, oligarquía, poder, reformas, revolución, Rogelio M. Díaz Moreno, Rusia, socialismo, Unión Soviética
Por Rogelio M. Díaz Moreno
Una ola de neo eslavismo baña el discurso oficialista cubano actual. Periodistas e ideólogos del club del Granma glosan al gigante euro asiático, mientras los políticos se ocupan de estrechar relaciones. No resultará ocioso recapitular sobre las consecuencias del nuevo romance del oso y la siguaraya.
Primero, por supuesto, las razones materiales, las marxistas. Rusia le condonó a Cuba una deuda externa que costaba un par de provincias de este país, si no más. De la negociación subyacente, trascendieron nimios detalles sobre las condiciones para tan contable concesión facilidades de inversión, fundamentalmente. Habría que ver qué más se negoció, que sólo saben los grandes mayimbes [1]. En este camino, se profundizan convenios de negocios, créditos, posibilidades de expansiones estratégicas y muchas otras cosas.
Después del inicio de la normalización de relaciones entre Cuba y EEUU el pasado 17 de diciembre, el proceso no hace sino acelerarse. Los jerarcas rusos no quieren perder las ventajas alcanzadas, frente a la estampida de competidores que ya comenzó.