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Por Félix Sautié Mederos
Una reacción casi instintiva de las personas es plantearse propósitos concretos para el inicio de cada nuevo año. Siempre, en estas circunstancias festivas, universalmente, tendemos a concebir algún que otro propósito reiterado, nuevo o renovado, con vistas a asumir la etapa existencial que se iniciará en el enero que recién comienza. Considero, pues, que en el 2017, en mi criterio muy personal, se abrirá para los cubanos -estemos en donde estemos- una significativa etapa, no parecida a ninguna de las anteriores por la que hemos atravesado en los últimos cincuenta y tantos años. Pienso que en esta ocasión estará cargada de angustias e incertidumbres, dadas las aciagas circunstancias que estamos viviendo; y que a la vez, se añadirán dentro de nuestras conciencias con una mayor intensidad de reacción y respuesta defensiva las esperanzas y los deseos casi instintivos de alcanzar un futuro mejor, porque ya hemos tocado fondo en muchas de las cuestiones que nos aquejan y ¡no dan más!
En esas circunstancias tan especiales considero que los principales retos acuciantes que se abalanzan sobre nosotros en este 2017 y que, ante todo, considero que nos exigen que experimentemos un profundo renacimiento espiritual en medio de la realización de un gran diálogo nacional de todos con todos. Considero imprescindible en consecuencia, alcanzar en este diálogo que propongo los consensos necesarios que lógicamente no impliquen dejar a un lado los principios éticos de respeto a la libertad de opinión, de expresión y de pensar con cabeza propia. Este reto en mi opinión muy personal se pueden delimitar en varios aspectos muy concretos y a la vez abarcadores, tales como:
-Detener el éxodo de cubanos que se marchan definitivamente del país y que desangran y descapitalizan humanamente al conjunto de la sociedad, porque se pierden para Cuba hombres y mujeres con altos niveles culturales y técnicos en edades fértiles y de gran capacidad participativa imprescindibles para los desarrollos que estamos muy necesitados de alcanzar. Enfrentar adecuadamente este reto, habrá de ser un muy especial prerrequisito indispensable para lograr
posteriormente todo lo demás que necesitamos; que considero debería comenzar por dar respuesta positiva a la necesidad de desarrollar una República en la que quepamos todos, como la soñó José Martí con todos y para el bien de todos. Además en mi muy especial criterio, dentro una sociedad socialista no alcanzada realmente hasta el momento: inclusiva, participativa, de derecho y democrática. En definitiva para ello será necesario cambiar todo lo que deba ser cambiado sin exclusiones de ningún tipo ya sean de procedimientos, recursos e inclusive personas detenidas en el tiempo que tanto daño están haciendo al país y al proceso sociopolítico.
-Abrir las posibilidades económicas imprescindibles para lograr un desarrollo económico-social aceptable y sostenible, mediante un proceso realmente eficiente, eficaz y sin burocratismo,
autoritarismos, ni corrupciones, que agilice los pasos y cambios necesarios para desarrollar una economía próspera y sustentable de equidad distributiva y justicia social, cargada de oportunidades para todos sin exclusiones onerosas, con muy especial énfasis en favorecer las actividades de los emprendedores capaces de enfrentar el futuro con creatividad y honradez. En mi criterio, para ello será
imprescindible el desarrollo y la aplicación generalizados de las nuevas tecnologías del Siglo XXI como son entre otras que sería muy extenso relacionarlas, especialmente la digitalización y el más pleno acceso a la internet para todos también sin exclusiones onerosas.
-Enfrentar y rechazar consecuentemente las manifestaciones
revanchistas, los rencores y los odios de que algunos parten desde uno y otro bando, con lo cuales no se podrá desarrollar una paz
constructiva que nos conduzca hacia un mejor futuro posible.
-Estar muy alertas de las tendencias fascistas, pro imperialistas, de capitalismo explotador y salvaje e incluso de racismo y xenofobia que nos acechan externa e incluso internamente; las que saben disfrazarse con colores, globos, afeites y promesas engañosas que nunca se cumplen.
-Interpretar adecuadamente todo lo alcanzado por el proceso
sociopolítico cubano que nunca debería perderse y deslindarlo de sus errores, deficiencias así como de las centralizaciones y
autoritarismos; para que por no hacerlo, después no tengamos que arrepentirnos tal y como le ha sucedido a algunos pueblos en la contemporaneidad que transitaron del socialismo a un capitalismo sin justicia social cargado de recortes y restricciones.
Finalmente considero muy importante también que en la concertación de todos los cubanos, estemos en donde estemos, y más allá de cualquier filiación política de derecha, centro o izquierda, comprendamos con nobleza de espíritu que nos encontramos compelidos por la Historia a hacer realidad y que se cumplan las palabras proféticas de lo que según Fidel debe ser el concepto ético concreto de lo que es Revolución, visto más allá de partidismos de cualquier índole que sean. Cito: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro
internacionalismo.
Cuando comienza el 2017, me atrevo a esbozar como mis criterios propios, estos aspectos básicos para el futuro; porque considero que en el 2017 con sus retos y amenazas que debemos enfrentar los cubanos, será decisivo tomar muy en cuenta las opiniones y propuestas de quienes las planteamos con objetividad crítica y reales deseos de marchar hacia adelante en el desarrollo, la equidad, la paz y la justicia social. Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. Feliz Año Nuevo 2017 para todos.