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Crónicas Cubanas, Cuba, cultura, derechos humanos, educación, Félix Sautié Mederos, marxismo, Papa Francisco, socialismo, solidaridad
Precisamente por ser cristiano y comprender el Evangelio me hice revolucionario en 1957.
CRÓNICAS CUBANAS.
Por Félix Sautié Mederos
Queridos lectores de Crónicas Cubanas,
Recientemente, el Papa Francisco realizó unas declaraciones de prensa al diario “La República” de Italia, en las que expresó que “Son los comunistas los que piensan como cristianos”, lo que como muchas de las declaraciones y acciones suyas han causado un gran impacto, más bien revuelo, en los medios de prensa internacionales. Confieso que cuando leí ese planteamiento en un correo que me envió un muy apreciado amigo, me sentí profundamente implicado y comencé a buscar en la WEB lo expresado en detalles y las repercusiones concitadas, y encontré un texto más extenso al respecto “Son los comunistas los que piensan como los cristianos. Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan. No los demagogos, los barrabás, sino el pueblo, los pobres, que tengan fe en dios o no, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad»
Considero que lo que recientemente ha afirmado el Papa a La República de Italia, es un concepto que tiene una honda repercusión en mi vida de revolucionario, militante y cristiano. Incluso, sobre esa cuestión he publicado un extenso testimonio en el libro «Evangelio y Revolución» junto con dos importantes teólogos de la Liberación que manifiestan una radical opción por los pobres, el Obispo emérito Don Pedro Casaldáliga y el padre Benjamín Forcano del Centro Evangelio y Liberación de Madrid. Me refiero a un ensayo con el título “El testimonio de un cristiano marxista cubano” que ha sido declarado anatema por fundamentalistas de uno u otro signo, ya sean de extrema derecha o extrema izquierda, quienes en definitiva coinciden y se tocan en sus extremos. Tengo pues una íntima y raigal comprensión de lo que ha expresado Francisco y rechazo a los ataques que ha recibido por estas declaraciones; en consecuencia, no podía dejar de
manifestarme al respecto en Crónicas Cubanas.
En algunos de los párrafos básicos de mi libro, que cito a
continuación, publicado por la Editorial Nueva Utopía de Madrid en una fecha tan anterior a esta declaración de Francisco como el año 2000 según consta en su ISBN 84-87264-78-6 y en el Depósito Legal M-40-.160-2000, expresé algo que considero viene muy al caso al respecto de este lúcido planteamiento del Papa Francisco, que apoyo decididamente, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular:
“…quiero dejar constancia de la fe que tengo sobre que el futuro pertenece por entero al socialismo, a la equidad y la justicia social…pero un socialismo depurado de sus errores y desviaciones. Ese socialismo será un verdadero socialismo, con un humanismo más justo y más cercano a las personas. Un socialismo cada vez más cercano al paradigma del horizonte evangélico que se expresa en Hechos2, 44…”
“…En mi reflexión, el Evangelio ha sido un factor decisivo para dar sentido y esperanza a mi actuación y a mi vida y para propiciar el diálogo y el encuentro entre revolucionarios y cristianos. Uso los términos revolucionarios y cristianos en el sentido de ideales que nos son comunes, dejando a un lado lo que nos separa, ya que considero que estamos concitados por intereses y realidades que conciernen a todas las personas de buena voluntad, sin distingos de filiaciones políticas o creencias religiosas. Además pienso que en mi condición filosófica de militante marxista es aún una responsabilidad filosófica mayor ya que resulta urgente superar la concepción estrecha de un marxismo de corte estalinista: ‘el marxismo no es algo dado de una vez y para siempre, igual a sí mismo’ (2) y en general (1).”
Francisco es un Papa excepcionalmente lúcido, lo que afirma además con su vida ejemplar en concordancia plena con lo que predica; y considero que como Papa está fuera de serie para calificarlo con una expresión muy popular. Su expresión es estrictamente coincidente con todo lo que se plantea por Jesús de Nazaret sobre la radicalidad de opción con los pobres y muy específicamente con lo que se testimonia en el libro Los Hechos de los Apóstoles en el Nuevo Testamento Capítulo 2, versículo 44, que dice textualmente: “Todos los creyentes estaban de acuerdo y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y lo repartían entre todos según la necesidad de cada uno. Acudían diariamente al Templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón alabando a Dios y gozando de toda la simpatía del pueblo” (Biblia de Jerusalén)
Esto fue testimoniado por el Evangelista Lucas más de un milenio antes de que Carlos Marx publicara El Capital y enunciara la Ley
fundamental del Comunismo que expresa cada cual según su capacidad y reciba según su necesidad. Entonces, ¿cuál es la causa para insultar y descalificar a Francisco por sus declaraciones en consecuencia con el Evangelio?; que no es la política de lo que constituye una concepción comunista autoritaria, dogmática, esquemática y por demás estalinista que se dice comunista sin que en verdad lo sea. Francisco ha dado un magistral ejemplo con su obra, sus planteamientos y en definitiva su vida, sin que para nada pueda confundirse con estas expresiones de un comunismo fracasado, autoritario y dogmático. Para analizar estas cuestiones de concepto que plantea Francisco se debía de ser un poco más culto y estudiar el Evangelio de Jesús de Nazaret proclamado ya hace tres milenios, que Francisco se ha planteado proclamar
radicalmente en su Obra Pastoral de toda una vida como Jorge Bergolio y actualmente como el Papa Francisco. ¡Yo lo apoyo plenamente y rompo lanzas por Francisco! Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
1- Evangelio y Revolución, Editorial Nueva Utopía, Madrid 2000 páginas 97 y 106.
2- Fernando Martínez Heredia en Prefacio, Sociología de la Religión. Ediciones Nicaro, Centro de Estudios sobre América, Managua, Nicaragua, 1992.
Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida Yucatán, México, en la sección de Opinión, el lunes 21 de noviembre del 2016