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Por Pedro Manuel González Reinoso.adela (1)

Como era de esperarse, el resultado ofrecido en la tarde de ayer 19 de Abril a las 7 pm por el colegio electoral No.1 de la circunscripción #5 sito en La Antigua Hermandad Ferroviaria, fue muy satisfactorio, no solo para sus votantes, sino para toda la comunidad LGTBI expectante del país y el extranjero. El detalle feo fue, además del precintado de “bulto postal” que se usó para fijar al poste los números finales que contenían el total de votos alcanzados por la triunfadora, que no se mostrara el resto de las estadísticas. Tampoco se escucharon a esa hora los fastos celebraticios por otro aniversario de Girón bajo la llovizna que arreciaba, pero los aplausos dispersos de la gente que la apoyó desde sus aceras, bien pudieron interpretarse como cantos de victoria por encima de los truenos distantes.

Habiendo escuchado este redactor antes algo de los cotilleosmal disimulados entrelosencargados del conteo, la confirmación mayoritaria delos ahí censados para atestiguar el nuevo éxito de “La Delegada”devino júbilodoblemente saludable. José Agustín Hernández, más conocido por “Adela La Enfermera” ha resultado ganador(@)de nuevoen estos comicios legislativos, para un segundo período de dos años y medio en su zona electiva. Lo reafirma su condición de líder innat@ en el barrio limítrofe donde reside, albergue degente en mayoría muy pobre, la que, con el mismo fervor de la vez anterior (Octubre de 2012), salió de sus casasdestartaladas –los nuevos ricos apenas se asomaron– a votar, a enterarse del anuncio y a vitorear al fenómeno popular más extrañoen la nueva era de la gubernatura cubana.

Hablando de novedades en estas elecciones, leo en Twitter que hubo –en alguna región de la Isla– delegados opositores en la puja, de los que no tengo todavía información.

Que lo haya conseguidootra vez esta persona, nada ducha en complicados conceptos morales, ideológicos o filosóficos y con una instrucción media, por un margen atronador sobre su oponente: más del doble de los votos frente al mismo contrincante profesional de antes, resultaparadójica “derrota”de aquel frente alpueblo que en estos lances les selecciona (cuantificación eximida en los resultados, como muestra la foto), porque seguirá ejerciendo –lo dije la vez primera–como “cuadro”inmarcesibleen el Poder Popular del Municipio, pues para estar en él se prescinde del apoyo soberano.

Adela llega a este período de responsabilidades crecidas con igualmente crecidas limitaciones ambientales junto a nuevas aspiracionesciudadanas. A pesar de haber gestionado –y hasta resuelto en parte– medio centenar de pequeños traumas individuales y/ocolectivos que lesaquejan y aquejaban, entre ellos conseguir que la Empresa Eléctrica le alumbrara la tenebrosa entrada a su sección del barrio empantanado conocido como “La Venecia Albañal”, o que el Acueducto resolviera salideros y extendiera el servicio a usuarios deshabilitados por años, su situación personal sigue debatiéndose entre insolvencias propias y frustraciones futuras. Todo ello en medio de un panorama de pírricas conquistas si las miramos con ojo de buen cubero. Los cubanos simples nos aladela (2)egramos ingenuamente de que las empresas cubanas hagan al fin algo por la patria cual obra caritativa, y si interviene para ello la mano “del elegido”, pues se lo achacamos a su brillante gestión, acostumbrados como estamos a la cabrona desidia.

Su marido sigue preso, tras 2 años, ahora en una extensión de causa penal por razones que ni ella misma entiende, con seis meses extra de reclusión. Para una trabajadora de la salud especializada en configurar electrocardiogramas, no hay salario posible que ayude a rellenar la jaba con que suele ir a visitarlo, cuando le toca en turno, y se puede.Aunque “legalmente” Mariela Castro le autorizó el cambio de nombre de un plumazo hace bastante, a nuestra heroína no le permiten tener pabellón con su amado. Y dado el hecho de que Adela jamás se ha vestido como el hombre biológico que es, considerarían el colmo del escándalo carcelario permitirle tener el sexo en paz, como cualquier esposa natural desearía. Este redactor esperaba ver su foto publicitada de rojo teñido y ropas escandalosasde mujer ante las urnas,tal cual la “Adela” se concibe, pero las ancianas normas legales el ramo electoral siguen sin modernizarse, y la bio/info utilizada fue la misma de la vez pasada, así tenemos a un José Agustín fotografiado que nadie en realidad reconoce, por desactualizada.

Las llamadas constantes que le hacen en estas fechas cercanas al Mayo 17, no aseguran absolutamente ningún compromiso material de las alturas autorizadas del CENESEX,quienes desde hace mucho tiempo juraron ayudarle con lo que les fuera posible, incluida la transexualización que inmediatamente se pondría en marcha. No se le brindó explicación alguna sobre el retardamiento, ni su abogado Manuel tomólas debidas cartas en el asunto. Sin embargo, cuentan con ella para toda tarea que se precise organizar con su presencia, especialmente la exhibición pública de su persona a lo largo del archipiélago, para las jornadas exhaustas de lucha contra la homofobia. Así, de Mayo en Mayo, se le escapan a esta señora las últimas esperanzas de llegar a convertirse en la homóloga de Sisi, famosa trans primera que conmocionó a sus allegados en 1988, pero sin sus películas.

Hablar con Adela y escucharle verterelterco entusiasmo entratar de resolver las miserias crecientes de su gente, acotada como anda de todo, no es suficiente alegría para dejar de experimentar cierta desazón al expresarse sobre la vida íntima. Toda vez que cada agencia extranjera de prensa la hubo abordado en estos largos años de trabajo con fines de propaganda desacreditadora de su intrínseca condición revolucionaria, ha tenido para ellos una palabra de choque: “o me pagan por mi tiempo de cháchara con Uds., o se van todos a la mierda. Basta ya de ser lafamosa e internacional que jamás solicité, yque se roben los estipendios mezquinos que la media mediática se reservó otorgarme”. Mejor habría sido que “invirtieran” sus dineros de campañita en proyectos comunitarios en la zona bajo su observancia, una de las más desfavorecidas del poblado, donde siquiera los guapos excitados se aventuran de noche.

Lo suyo ha sido lo más espontáneo que a ningún candidato cubano, propietario de otro género o preferencia fuerade la norma sexual convenida, jamás le sucediera.

Independientemente de estas verdades enormes que no esconde,si no que exhibe jolgoriosa, y de las cuales se siente deudora por humilde, Adela continúa con su misión de hacer el bien –mirando por sabia experiencia siempre muy bien a quién–, y se entrega como la que más a la ardua tarea que le han confiado quienes siquiera la ven como el bicho raro que adorna (y ennoblece) a la estoica Asamblea Local.

Para oídos sordos, siempre habrá advertencias.

Deseemos a La Delegada buena suerte y mejor salud –estando sumergida en el medio ideal de laboreo– al enfrentar los retos y las demandasque van por fuerza a caerle encima hastadesplomarla, y que todas sus dificultades privadas se arreglen en el transcurso de esta vida cuanto antes.

¡Felicidades pues, representante de todos los cubanos y cubanas que sueñan(incluso en secreto) con que tu ejemplo cunda! (Especialmente el pánico, entre oportunistas e hipócritas).