El Poliamor no es nada del otro mundo, lo practican nuestros primos, los monos bonobo, día a día, y ha sido para los cubanos, durante décadas política encubierta del Estado, en su afán de fomentar promiscuidad y deslealtad entre las parejas, base de ese núcleo problemático que es la familia reproductiva de base heterosexual. En asunto de poliamor los anglosajones no tienen nada que enseñarnos, más bien son los cubanos, para su desgracia, los que pueden dar lecciones al mundo de lo que significa tener varias relaciones afectivas y sexuales al mismo tiempo, muchas veces con pleno consentimiento de todas las partes implicadas. El asunto es saber si se trata con esta moda de una forma de relación amorosa progresista o por el contrario si es algo que nos deshumaniza retrotrayéndonos a formas sexuales propias de la horda. A esta altura de la vida me inclino por la segunda alternativa.
El Poliamor no es nada del otro mundo, lo practican nuestros primos, los monos bonobo, día a día, y ha sido para los cubanos, durante décadas política encubierta del Estado, en su afán de fomentar promiscuidad y deslealtad entre las parejas, base de ese núcleo problemático que es la familia reproductiva de base heterosexual. En asunto de poliamor los anglosajones no tienen nada que enseñarnos, más bien son los cubanos, para su desgracia, los que pueden dar lecciones al mundo de lo que significa tener varias relaciones afectivas y sexuales al mismo tiempo, muchas veces con pleno consentimiento de todas las partes implicadas. El asunto es saber si se trata con esta moda de una forma de relación amorosa progresista o por el contrario si es algo que nos deshumaniza retrotrayéndonos a formas sexuales propias de la horda. A esta altura de la vida me inclino por la segunda alternativa.