Etiquetas
Por Isbel Díaz Torres
Después de mucho conversarlo con mi pareja, decidimos que sería maravilloso tener un gato en casa, de modo que desde hace dos semana Ría, una preciosa gatica peluda, blanca y negra, e hiperactiva, vive con nosotros.
Fueron varias las razones para decidirnos. Influyeron en mí, por ejemplo, los diarios de Kabir acá en Havana Times, hablando sobre los animales que tanto sufren el abuso y abandono de los humanos.
También influyó en la decisión el hecho de que donde vivo, casi todos los vecinos tienen mascotas (específicamente perros). Siempre he amado los animales, y ver a diario estos animalitos siempre me dio una sana envidia.
Tanto Jimmy como yo históricamente hemos sido admiradores de los perros, pero ambos somos alérgicos a los ácaros que habitan en el pelaje de estos seres adorables. De tal modo, un gato pareció una buena opción.
A lo cual se le suma la capacidad de cazar ratones, una muy útil costumbre para mantener controlada la plaga en casa.
Ría es un sueño… y a veces una pesadilla. Es muy divertida y juguetona, pero como todo gato, sus estados de humor son muy propios, y no se subordinan a los deseos de sus compañeros humanos.
Es por eso que duerme todo el día, mientras nosotros trabajamos, y por la noche, cuando queremos descansar, es cuando ella pide fiesta y juego. Y créanme ¡es muy insistente en sus reclamos!
No está acabadita de nacer, pues según mis cálculos tendrá unos tres meses. Eso significa que ya tiene suficiente independencia, pero a la vez, exige constantemente cariño y se mueve a todas partes que vamos en casa.
Ha sido complejo para nosotros, hasta ahora tan independientes, tener a este diminuto ser que depende ahora de nuestros cuidados.
No ha sido difícil el tema de la comida hasta ahora, pues consume muy poco. El problema es que debe ser alimentada con mucha frecuencia. Por ahora le estamos dando 5 comidas al día, lo cual deberá ir disminuyendo con el paso de los meses, hasta dejarlo en 2 comidas diarias.
Quiero agradecer a todas las personas que se comunicaron con nosotros para hablarnos de posibles gaticos a adoptar. Si tuviéramos espacio y tiempo, acogeríamos a muchos más.
Gracias también por los invaluables consejos de los amigos que tienen experiencia en la cría de gatos. Ya voy comprendiendo por qué son gente tan especial. Un gato puede cambiarle la vida a cualquiera.
Isbel, no solo es un gato es la vida misma lo que tenmos en juego. Nosotros y los animales somos los que estamos más en peligro de las inconsecuencias de quienes irresponsablemente destruyen nuestro planeta, como si ellos tuvieran en donde meterse y estar a salvo, a ellos también les va a afectar la destrucción que ellos mismos promueven y valgan las redundacias de la palabra ellos.
Gracias por adoptar la gatita. Siempre tuve animales, y una vez, con gran dolor tuve que despedirme de tres perrios, Tupa, Hochimin, Mafalda, para partir al éxilio. No siento Mafalda, a´poco antes tuve que cambiarles el nobre, Tupi y Jocho,. Los tres quedaron con mi familia.
No pesné tener otros animales, pero el tiempo pasó y adopte un perriot que había sido muy casstigo, lugo un gato, y después una gata. Mi perro, Popi, me dio 13 años de alegrías, cuando me habían dicho que no sobreviría. La fuerza del amor, pudo más. Mi gata vivió 18 y mi gato 19 murió al mes después de mi gata, tanto la estrañó. Al mismo tiempo de los gatos, también una pequeña conejita, que vivió 5. Ahora, no tengo animales propios, pero tengo los de mis conocidos. Tener un animal es tener responsabilidad de una vida. Mi salud no es buena, podré vivir 20 años más, ono, pero hoy por hoy no puedo darles calidad de vida, y si algo me pasara, no se que pasaría con ellos.
El amor, amistad, compañia y lealtad de mis animales me enseñó y ayudo muchísimo.
adopten animales, es una buena y sana compañi para los niños y adultos también