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El domingo 25 de enero Grecia decidirá su futuro en las urnas. En el país europeo más maltratado por la crisis económica y las políticas de austeridad la mayoría de los votantes apuesta a la Coalición de la Izquierda Radical (Syrisa). La gente parece haber comprendido al fin que Tecnócrata e hijo de puta al servicio de los poderosos la misma cosa son.
Sus enemigos políticos lo acusan de ser un partido revolucionario, irresponsable y pro-totalitario que pretende destruir la clase media, abrir las puertas a la inmigración y desarmar a la policía. Aseguran, además, que sus “extravagantes” medidas asustarán a los prestamistas y Grecia terminará como Corea del Norte o Cuba.
Pero Syrisa no es más que un partido socialdemócrata. La diferencia con la SD tradicional parece consistir en que se lo toma en serio.
El programa “radical” de la coalición de izquierda pretende dar fin a las medidas de austeridad, renegociar la mayor parte de la deuda pública, crear empleo y devolvérselo a quienes lo han perdido, subir el impuesto a las empresas más poderosas y reducir el de los combustibles, subsidiar los productos de primera necesidad, nacionalizar los sectores productivos estratégicos y revertir las privatizaciones (estas dos últimas medidas luego han sido “reconsideradas”).
Tambien incluye brindar electricidad, salud y comida gratis a los más pobres, aumentar el salario mínimo y las pensiones inferiores a los 700 euros, acabar con la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, ofrecer garantías legales a los inmigrantes indocumentados, impulsar la democracia directa, introducir la iniciativa legislativa y el derecho al veto popular, eliminar la inmunidad parlamentaria, someter a referéndum vinculante los tratados con la UE, reducir drásticamente el gasto militar, disolver las tropas antidisturbios, regular el derecho a la objeción de conciencia, cerrar todas las bases extranjeras y retirar sus tropas del país, salir de la OTAN y alcanzar un acuerdo estable con Turquía.
Todo muy bonito y emocionante; el único problemita radica en que para la consecución de tan ambicioso programa son necesarios unos 13.000 millones de euros. Cuando el país regrese a la senda del crecimiento económico, confía Syrisa, podrán contar con esa enorme suma.
El partido liderado por Alexis Tsipras apuesta a que la crisis europea es pasajera; un peligroso error de perspectiva que les va a costar caro. Porque no se trata de una mala racha sino la consecuencia más o menos directa del declive energético mundial y eso no tiene vuelta atrás.
Efecto dominó
A raíz de la crisis y el creciente malestar popular numerosos partidos y movimientos rupturistas de izquierda han levantado cabeza para oponerse al pago de la deuda, al rescate de los bancos, a las políticas de austeridad y exigir la democracia real ya. Destacan el español Podemos, Bloco de Esquerdas en Portugal, en Irlanda el Sinn Féin y el italiano Movimiento Cinco Estrellas.
Del éxito o fracaso de la Coalición de la Izquierda Radical dependerá el destino de sus “parientes”. Si la economía mundial no se recupera Syrisa no podrá ejecutar su ambicioso programa. Se desprende que los organismos financieros afectados por el impago de la deuda le “cortarán el agua y la luz” (ya lo vienen haciendo) empujando a la nación helena al abismo. Nadie en Europa querrá repetir la experiencia y la derecha cuasi fascista aprovechará sin pérdida de tiempo la derrota de la izquierda.
Lo peor es que no hay alternativas. Si esta izquierda joven admitiese públicamente que el decrecimiento es casi inevitable y se enfocase en garantizar una caída suave con empoderamiento popular, los electores huirían en masa. La gente ha madurado políticamente hasta reconocer quién se esconde detrás de los “neutros” tecnócratas pero no al punto de comprender que la fiesta ha terminado.
Efectivamente la gente no ha madurado suficientemente como para comprender que la fiesta (participar en el banquete del consumismo) se ha terminado y que la ilusión que le están vendiendo los políticos de Syrisa, Podemos, etc. se transformará en amarga desilusión (como tantas veces ha ocurrido en el pasado) por dejar decidir a otros en vez de decidir por ellos mismos.,
La fiesta del consumismo para todos se ha terminado; pero todavía continuará para los que siempre se llevaron la mayor parte del pastel y con ello la destrucción del planeta. No es sólo pues un problema de injusticia sino también de irracionalidad el que el mundo esté como está, y por ello son tan responsables los que venden la ilusión del «cambio» de política como los que les votan.
Y después van a aprender el verdadero significado de «Sálvese el que pueda» ¿Alguien me puede decir dónde está el país próspero y democrático, donde las cosas funcionen; y que gobierne la izquierda radical?
Pregúntale a CAM, y si no te puede responder, dirígete a Internet, y lea las últimas línaeas de cualquier artículo suyo, allí te dirá sobre las 30 democracias prósperas de Occidente.
Efectivamente, tiene razón Jorgealejandro1, los gobiernos de izquierda no saben crear riqueza, en cambio los de derecha sí que saben distribuirla; pero siempre a los mismos. Por eso la desigualdad no ha sido jamás tan grande. Aunque ahí está un gobierno que se pretende de izquierda y que en veinte años ha creado en China más multimillonarios que los USA en un siglo. Seguro que jorgealejandro1 estaría a su gusto en la china comunista-liberal.
A mí me maravilla como hablan de no pagar la deuda y de oponerse a políticas de austeridad. ¿Con qué van a sostener una política de «no austeridad» sin economía? ¿O de verdad se creen que los gastos sociales se pagan con la lámpara de Aladino? ¿Quitándoles a los ricos? Bien, ¿y cuándo se acabe el dinero de los ricos y siga sin haber economía? A veces da la impresión de que esta gente cree que la plata crece en las ramas de los árboles.
Si hay algo que los gobiernos de izquierda está demostrado que no saben hacer, es crear riqueza
Daniel:
En ninguna gobierna la izquierda radical
Octavio:
Mal se puede distribuir lo que no se ha sido capaz de crear. La «derecha» puede distribuirla bien, regular o mal, porque la crea. Y se crea a base de talento y trabajo; no esperando a que el gobierno te la ponga en la boca por tu linda cara. Eso solo conduce a que el gobierno decida cuántos huevos te puedes comer al mes (Generalmente bastante pocos), como pasa comúnmente con los gobiernos de izquierda radical en los cuales la riqueza que haya se queda en manos de la camarilla. China no es la excepción, solo que los chinos son cualquier cantidad de millones, pero trescientos o más de ellos viven con un dólar diario, 40 millones viven en cuevas; y averigua quiénes son los multimillonarios. Y para otra muestra, mira la fortuna de los principales dirigentes de Venezuela, empezando por Chávez que no tenía ni donde caerse muerto y ha dejado millonaria a toda su familia, mientras el pueblo vive con una inflación del 60%, sin papel sanitario con qué limpiarse, después de una bonanza p’etrolera que ingresó al país solo en esos años, más dinero que el que había entrado en Venezuela en toda su historia.
Ya lo dijo alguien que los conocía bien: «El socialismo es el único sistema que hace irrentable una mina de oro»
A Jorgealejandro1,
Los millonarios chinos, como todos los demas, han conseguido serlo explotando a los trabajadores que son los verdaderos creadores de riqueza, y puesto que para ti te parece bien que la acumulación sea el resultado de la explotació y del robo, deberíass defender a los millonarios chinos igual que defiendes a los de los USA y a los Chavez también puesto que para ti lo importante es saber tener una billetera bien repleta y no el conocimiento y el saber hacer de los que trabajan. Se comprende que por ello te parezca tan magnífico el capitalismo auque su desarrollo haya producido tantas muertes y un destrozo irreparable del medio ambiente.
¡Vaya ética!