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Por Dmitri Prieto Samsonov

HAVANA TIMES — Hace dos semanas el programa televisivo “De Economía y más” tuvo por tema la inflación. Como nunca se ha hablado de temas como ese en Cuba –fuera del ámbito especializado- me resultó sorprendente.

El especialista que habla en ese programa contó algunos detalles de los procesos inflacionarios e incluso explicó por qué la deflación puede ser tan mala como la inflación – y cómo esta última en pequeñas dosis no resulta realmente dañina para la economía de un país.

Al ver el programa (porque lo dan antes de la programación de TeleSur, algunas de cuyas propuestas sigo), me acordé que acababan de subir los precios del transporte entre Guanabo y Santa Cruz.

Contra protestas de los consumidores, primero los dueños de las camionetas alzaron la tarifa de $5.00 MN a $10.00 MN. Una semana después, también los taxistas cobraban por montar en uno de sus almendrones ya no 10 pesos, sino 15.

Para quienes dependemos de viajes casi diarios a La Habana desde Santa Cruz del Norte, esto significa un incremento sensible, porque no existe un transporte municipal sistemático, y toda la línea depende del sector privado casi exclusivamente.

Y en Cuba, los precios del transporte privado son “cuánticos”: muy pocos se expresan en números distintos de los múltiplos de 5 pesos, y cuando suben, también lo hacen de 5 en 5… o de 10 en 10.

Bueno. Sabemos que generalmente el comportamiento inflacionario de la moneda en un país es como un círculo vicioso: pone en marcha factores que se ayudan unos a otros, y es fácil que los precios en su conjunto suban, pero no así que bajan (la famosa deflación…).

¿Estaremos viendo los primeros síntomas de un proceso que arrasará con nuestra economía en los próximos años?