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Isbel Díaz Torres

Con el afán de aportar parte de mi visión en ese debate nunca extinto sobre derechas e izquierdas, acá dejo algunas ideas que han venido a mi mente sobre elementos que definirían a los derechistas, según mi humilde criterio, y algunas propuestas para identificarlos.

1. Casi nunca se reconocen como derecha. De hecho, consideran pueril pensar en términos derecha/izquierda. Tampoco las denominaciones arriba/abajo los convencen. Están más cómodos con cierta diversidad que incluya los derechos de todos a vivir bajo un puente o a ser caritativos millonarios, de acuerdo con los humores personales.

2. Son defensores férreos de la democracia, sin cuestionarse quién decidió que su país fuera a la guerra, aumentara los impuestos sobre la renta, o construyera campos de golf.

3. Cada noche colocan una velita ante una efigie de la angelical Merkel, y no permiten que nadie se meta con ella, mientras algunos más moderados alzan en sus altares fotos de capitalistas alternativos como Dilma Rousseff, Vladimir Putin, o Xi Jinping.
4. Preconizan la libertad de prensa, siempre que esta garantice el crecimiento del capital propio, o ataque alguna yugular bien definida.

5. Son personas respetables, de buena familia, con una moral bien alta. Nunca permitirían que la prostituta o prostituto de los sábados, denigrase una cena familiar del domingo, al salir de la iglesia, o de una reunión partidista.

6. Se sienten empujados hacia el bien cuando se les deja libertad, y es entonces cuando establecen una economía de libre mercado donde la zorra pueda cazar libremente en un gallinero libre.

7. Aman tanto la propiedad privada, que a veces se toman para sí hasta las propiedades públicas, o incluso los bienes comunes, a fin de garantizar un desempeño óptimo de estos.

8. Los más progresistas pueden conceder incluso la existencia de capitalistas buenos y capitalistas malos, pero por supuesto, con la garantía del derecho de ambos a amasar sus fortunas a costa de otros, y existir en armonía entre ellos.

9. Detestan cualquier diseño social donde no quede bien claro quién es el dueño de los niños la casa la aldea el país

10. Son maravillosa compañía para debatir calmadamente, sin exacerbaciones ni subidas de tono. Entienden a cabalidad cómo se representa un ser civilizado, y tienen un gusto exquisito para las Artes y los museos.

Nota: Hay algunos que llevan el rotulo de izquierdistas, temporalmente, mientras las cosas no cambien.