Por Fernando Ravsberg

Una investigación de la agencia de prensa AP revela que Washington creó un Twitter cubano llamado “Zunzuneo” para desestabilizar al gobierno de la isla. Buscaban que los mensajes de textos fueran la chispa de una “primavera tropical”.

Días después Cuba informa que otro programa similar, “Piramideo”, se encuentra en pleno funcionamiento con los mismos objetivos. Todo indica que la Casa Blanca insiste en influir en los cubanos para provocar una rebelión.

En realidad esto no es nada nuevo, se trata de la versión digital de TV Martí y está teniendo sus mismos resultados: millones de dólares de los contribuyentes gastados  para lograr una influencia ínfima dentro del país, llegaron solo a 40 mil personas.

Los lamentos de Washington por el escaso acceso a Internet de los cubanos tendrían mucho más eco si no supiéramos que hace 2 años aplicó una multa de casi U$D 2 millones a la Ericsson  por vender equipos de redes móviles a Cuba.

El senador Patrick Leahy, recordó que es el Embargo Económico el que impide que haya compañías de EEUU en Cuba dando servicio de Internet de forma legal, con mejores resultados que los de la USAID y sin poner cubanos en riesgo.

Para la primavera de Cuba

El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, jura que es solo “un programa de desarrollo” de la USAID y que esta “no es una agencia de inteligencia”. Negó que sea secreto pero, paradójicamente, no quiso dar los detalles técnicos del proyecto.

Sin embargo, la agencia de prensa AP reveló la existencia de un documento oficial ordenando claramente que “no deberá haber absolutamente ninguna mención de la participación del gobierno de Estados Unidos”.

No es secreto pero ocultan los detalles, es legal pero esconden el papel de Washington, solo sirve para que los cubanos se comuniquen entre sí pero los mensajes se elaboran fuera de la isla. Parecería que tiran la piedra y esconden la mano.

Esta vez hasta El País de España reconoce que la red “fue secretamente concebida y financiada por el Gobierno de EEUU con la finalidad de provocar un cambio en la isla a través de la circulación de contenidos políticos que inspiraran a una primavera cubana”“.

Dice el periódico que la operación de la USAID se realizó “a través de compañías fachada con cuentas bancarias en Islas Caimán y de servidores informáticos ubicados en tres países” y casi en tono de burla agrega que “Washington niega que se tratara de una operación encubierta”.

El caballo de Troya cabalga en Cuba

Hace pocos días a Israel Rojas, del dúo Buena Fe, lo quemaron en la hoguera internacional por afirmar que Internet podría convertirse en Cuba en un “Caballo de Troya”. Quien iba a decir que sería una agencia de prensa estadounidense la que le daría la razón.

Israel aclaró que, a pesar de los riesgos, “queremos una Cuba totalmente informatizada. Un país en progreso. Una nación en la que las nuevas tecnologías no solo encuentren espacio sino que se conviertan en herramientas para el desarrollo”.

Coincide con los directivos del Ministerio de Comunicaciones quienes aseguran que la apertura a Internet continuará a pesar de todo. Es lo más sensato porque cerrar la pequeña ventana solo contribuiría a aislar a Cuba y asfixiar a su juventud.

Las bombas que explotaron en los hoteles en 1997, ocasionando 1 muerto y varios heridos, llegaron a la isla en las maletas de “inocentes” turistas y a nadie se le ocurrió prohibir el turismo internacional para evitar nuevos atentados.

El camino pasa por abrir infinidad de ventanas y bajar los precios, para convertir en una realidad la posibilidad de salir y entrar del ciberespacio por redes propias, sin tener que utilizar los campos minados que tan gentilmente ofrece Washington.

Se podrían aprovechar además los recursos del país: miles de especialistas, cientos de cibercafés y varios canales de tv educativa capaces de enseñar a la gente todo sobre la navegación. No hay nada que temer, los cubanos son listos e instruidos.

Pero el reto es también práctico, la población y en especial los jóvenes, no aprenderán a moverse por el ciberespacio si no se les permite navegar en libertad, ejercitando su capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, la verdad y la mentira.

Nadie puede desconocer ya la particular situación que tiene Cuba en el ciberespacio, donde la esperan miles de naves “USAID” listas para el ataque. Pero aun así la peor respuesta es el temor porque nada mata más sueños que el miedo.