Por Carlos Abel Suarez
El 2 de julio de este año murió Idalberto Ferrera Acosta una figura importante en el movimiento obrero de Guantánamo y de toda Cuba. Desde muy joven participó en el Socorro Rojo Internacional y después en la Oposición de Izquierda Internacional en la IIIa Internacional ya sometida a Stalin, tal como Sandalio Junco, obrero panadero negro de La Habana, incorporado a la misma por Andreu Nin durante un congreso en Moscú de la Internacional Sindical Roja, o el fundador del Partido Bolchevique Leninista de Cuba, Gastón Medina, líder de la Federación Obrera de La Habana.
Idalberto militó en Guantánamo junto a Luciano García (Chanito), Elías Suárez, Antonio José Medina, Pedro Torres, Ñico Torres, Roberto Acosta, Vásquez Méndez, Mariano Blanco, Andrés Alfonso y otros, en una ciudad donde los partidarios de Trotsky tenían fuerte influencia en las centrales azucareras, los ferrocarriles y los trabajadores de comercio. Al estallar la insurrección contra Batista Idalberto Ferrera, su esposa Guarina Ramírez Acosta y sus hijos Idalberto, Juan León y Ricardo Ferrera Ramírez se incorporaron a la guerrilla del M26 de julio pero como socialistas y animaron el Primer Congreso Obrero de la Guerrilla, que dirigieron Ñico Torres y el dirigente de los tintoreros de La Habana y expedicionario del Granma Pablo Díaz.
Tras el triunfo de la revolución sus hijos fueron dirigentes sindicales y miembros de los Comités de Defensa de la Revolución. Idalberto Ferrera Acosta en 1960 organizó el consejo obrero más grande de Cuba, en Guantánamo, que después fue asfixiado por la burocracia, publicó el periódico Voz Proletaria y, con el grupo que dirigía, participó en el Primer Congreso de Juventudes Latinoamericanas, donde los revolucionarios cubanos distribuyeron miles de ejemplares del Programa de Transición elaborado por Trotsky. El fortalecimiento de la burocracia y de la influencia soviética llevó poco después a la condena por “contrarrevolucionario” a Idalberto Ferrera Acosta, que pasó nueve años preso en la cárcel de La Cabaña (donde actualmente se imprimen obras de León Trotsky) y cinco y cuatro años a los demás miembros del grupo. La cárcel no impidió que siguieran difundiendo sus ideas y defendiendo la Revolución cubana del imperialismo y de la burocracia. Ya anciano, invitado por Celia Hart, hija del dirigente del M26 de julio y ex ministro de Cultura Armando Hart, y por Hugo Chávez, Idalberto viajó a Caracas donde participó en un homenaje a León Trotsky.
Hacemos llegar nuestro pésame a su familia y lamentamos profundamente la pérdida de este consecuente y valeroso militante obrero cubano, una de las mejores expresiones de un movimiento obrero combativo que luchó contra Machado y el capitalismo y preparó la victoria de la Revolución cubana y una figura que el futuro movimiento obrero y revolucionario cubano sin duda recuperará y honrará.
Publicado en La Jornada Quincenal
Buena nota, para los interesados sobre el trostskysmo en Cuba recomiendo esta nota http://cubanuestra1.wordpress.com/2012/08/19/a-proposito-de-la-muerte-de-trotsky-que-fue-del-trotskimo-cubanoy/
Esperemos que nunca su memoria, la de Idalberto Ferrera Acosta se borre de la historia.
Y siempre se deberá recordar el ejemplo de aquellos anarquistas y anarcosindicalistas cubanos que recibieron de los emigrados españoles que se asentaban en la isla que era de todos, sus ideas libertarias.
Gloria eterna para el anarquismo y el anarcosindicalismo cubano y español.
Y unas gracias eternas a Socorro Rojo Internacional por esa extraordinaria labor que hace de ayudar a los camaradas en desgracia que por sus luchas por la independencia son quebrantados en las prisiones.
Memoria eterna para Idalberto Ferrera Acosta y para todos los presos políticos protegidos por el Socorro Rojo Internacional.