Por Félix Sautié Mederos.
Entrevista a Esteban Morales, economista y politólogo
POR ESTO! pregunta
Desde La Habana, Félix Sautié Mederos
Hablar con Esteban Morales es entrar en contacto con una sabiduría ancestral hecha ciencia social de punta, porque es un ejemplo vivo de superación intelectual hasta los más altos niveles del saber científico con consecuencia a sus orígenes, de los que nunca se ha arrepentido y defiende con caballerosidad significativa. Esta consideración muy personal por alguien siempre amigo y siempre afable, la quiero compartir en la presente entrevista que le hice hace algunos días, con los lectores de Por Esto! a través de su suplemento Unicornio.
… todo intelectual debiera ejercer la docencia, porque en particular los jóvenes necesitan de todas las experiencias acumuladas en cualquier campo del conocimiento y de la cultura… nuestras imperfecciones sociales actuales no nos han permitido superar muchos lastres heredados del régimen colonial y otras cosas que se reproducen como fenómenos con una relativa novedad dentro de la sociedad cubana de hoy. A pesar de que durante estos años, la Revolución Cubana ha luchado contra la discriminación y la desigualdad, hasta los mismos bordes del igualitarismo… no todos los grupos raciales que forman hoy la nación cubana, la integraron de igual forma… Los negros, resultado de la trata esclavista, vinieron obligados en los barcos negreros, cazados o comprados en las costas de Africa, para trabajar como esclavos. Lo cual generó puntos de partida muy diferentes para los dos grupos más importantes y mayoritarios que integraron nuestra población… Esos puntos de partida aún no han logrado ser superados… los negros y mestizos (éstos últimos surgidos de la mezcla) partieron de muy atrás y ello aún se refleja en los niveles de vida y capacidades de ascenso social dentro de la población cubana… En Cuba nadie acepta el calificativo de racista… en la Cuba de hoy quien quiera continuar siendo revolucionario, debe tener su propia guerra, librar sus propias batallas y asumir los riegos que le vengan encima… Yo soy de la opinión de que toda revolución, en cualquier campo de la vida, tiene que auto renovarse continuamente. Yo quiero seguir estando siempre en la izquierda, es el lado del espectro político-ideológico que más me satisface. Pero la izquierda no puede ser estática, creo que hay que buscarla continuamente, dado que creyendo estar en la izquierda, es posible terminar en la derecha… de ese modo, tal vez, me siento siempre parte de una nueva izquierda…”
Félix Sautié: Amigo Esteban, hace mucho tiempo que nos conocemos y puedo decir que he coincidido insistentemente con tus ideas y criterios. Sé que eres ampliamente conocido, pero quiero entrevistarte porque estoy realizando una actividad dirigida a presentar en el periódico Por Esto!, de Mérida, Yucatán, a los que considero exponentes de la Nueva Izquierda cubana.
¿Podrías brevemente exponernos los aspectos principales de tu currículo? ¿Cómo escribirías una nota curricular para incluir en un libro tuyo, presentado ante una exigente editorial que podría ser el público lector de Por Esto!?
Esteban Morales: Soy Lic. en Economía, Doctor en Ciencias Económicas y Doctor en Ciencias. Profesor-Investigador Titular de La Universidad de La Habana. Miembro de la UNEAC. Se me reconoce como un Especialista en Estados Unidos, particularmente de sus relaciones con Cuba. Especialista en Relaciones Raciales en Cuba. Como economista, politólogo y ensayista. Tengo 15 libros como coautor y autor principal. Más de 150 artículos científicos y periodísticos. He participado en más de 100 eventos científicos internacionales. He sido Profesor Visitante en más de 15 universidades y centros científicos en los Estados Unidos, Japón, México, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Polonia, Unión Soviética, Canadá.
¿Añoras la docencia universitaria que has ejercido durante mucho tiempo? ¿Crees tú que la labor intelectual intrínsecamente debería tener una función docente? ¿Sería eso una limitante para su ejercicio o por el contrario complemento y objeto?
— No la puedo añorar, porque a pesar de estar jubilado desde el 2010, la continúo practicando sistemáticamente. Cumplo todas las tareas académicas como un profesor de alta categoría científica, trabajando en conferencias, maestrías, doctorados, asesoría académica .Miembro de tribunales de doctorados, etc. Imparto cursos de Maestría y de postgrado. Creo que el ejercicio de la docencia es muy útil a la sociedad y para uno mismo, para mantenerse activo, sobre todo, ligado al estudiantado, que es reconfortante; al claustro universitario y a la academia en general. Sobre todo, con el compromiso de brindar las experiencias que hayamos logrado acumular. No podría nunca abandonar esa actividad que despliego como si aún no me hubiera jubilado. No representa para nada una limitante, al menos en mi caso, porque toda mi vida intelectual está vinculada al magisterio, a la academia y al trabajo científico en general .No concibo mi vida fuera de ese entorno. La mayor satisfacción a mi edad de 71 años, es saber que he logrado contribuir a la formación de muchos jóvenes. Pienso que todo intelectual debiera ejercer la docencia, porque en particular los jóvenes necesitan de todas las experiencias acumuladas en cualquier campo del conocimiento y de la cultura. No veo contradicción alguna. Mientras más experimentado seamos en la vida cultural y científica, creo que más comprometido debiéramos sentirnos con practicar la docencia.
Aparte de tus muy interesantes estudios y análisis sobre Estados Unidos, he seguido con gran interés tus escritos sobre el problema negro en Cuba, por denominarlo de una manera compresible al lector de Por Esto!; incluso me he manifestado favorablemente al respecto de tus criterios en algunas de mis Crónicas Cubanas; en consecuencia, te pregunto en nombre de mis lectores ¿Realmente hay un problema negro en Cuba? ¿Cómo lo describirías tú para un lector profano en este asunto?
— Yo no utilizaría el término de “problema negro”, pero en esencia sé lo qué quieres decir y comparto las cosas tuyas que he leído. Yo diría más bien que arrastramos y no sólo como un lastre histórico, sino que reproducimos la discriminación racial y la existencia de racismo aún en Cuba.
No se podría decir que la sociedad cubana es esencialmente racista, pienso que hemos avanzado. Pero nuestras imperfecciones sociales actuales no nos han permitido superar muchos lastres heredados del régimen colonial y otras cosas que se reproducen como fenómenos con una relativa novedad dentro de la sociedad cubana de hoy. A pesar de que durante estos años la Revolución Cubana ha luchado contra la discriminación y la desigualdad, hasta los mismos bordes del igualitarismo. Con una política social extraordinariamente humanitaria. Aunque esta política, al haberse concentrado en el problema de la pobreza y no tomar en cuenta el color, excluyó una variable de profundo contenido de diferenciación social.
Es que no todos los grupos raciales que forman hoy la nación cubana, la integraron de igual forma. Los llamados blancos, (españoles), porque en realidad no lo son después de 800 años de colonización árabe; pero llegaron con credenciales de blancos y así se quedaron, en fin eran los colonizadores; vinieron a Cuba por voluntad propia, buscando una fortuna que no pocas veces encontraron; y concentraron el poder. Los negros, resultado de la trata esclavista, vinieron obligados en los barcos negreros, cazados o comprados en las costas de Africa, para trabajar como esclavos. Lo cual generó puntos de partida muy diferentes para los dos grupos más importantes y mayoritarios que integraron nuestra población.
Esos puntos de partida aún no han logrado ser superados. Pues aunque en Cuba la pobreza fue también masivamente blanca, la riqueza nunca fue negra.
Muchas rebeliones antiesclavistas, tres Guerras de Independencia y casi 60 años de república, no cambiaron la situación antes explicada, y fue sólo a partir del triunfo de la Revolución en 1959, que los pobres en general y los negros en particular, lograron en realidad, tener oportunidades de ascenso social en Cuba. Pero los negros y mestizos (estos últimos surgidos de la mezcla) partieron de muy atrás y ello aún se refleja en los niveles de vida y capacidades de ascenso social dentro de la población cubana.
Esa fue la herencia que recibió la Revolución Cubana en 1959 y a pesar de haber luchado denodadamente contra ella, aún no la ha podido superar. Porque más de 400 años de esclavitud y 60 años de república neocolonial no se superan en poco más de 50 años de Revolución, por muy radical que ésta haya podido ser.
En mi más reciente artículo, publicado en la página Moncada, llamando a la necesidad de un debate público de estos problemas, reflejo esos asuntos con bastante amplitud. Donde digo que los señalamientos realizados por el Compañero Presidente, en su discurso de Clausura de la Asamblea Nacional, tienen también en las relaciones raciales actuales en Cuba, una expresión dolorosa.
Yo diría, también, que aún en Cuba, no hemos logrado completar el cuadrilátero de fuerzas sociales, que nos permitiría atacar la cuestión racial de manera radical y profunda. El tema racial no está en la escuela, donde no se menciona el color, impidiendo que pueda pasar a la cultura; no se ve reflejado en los medios masivos; está en pañales dentro de la ciencia y nuestras estadísticas son incoloras, generando un considerable nivel de invisibilidad de nuestra población negra y mestiza.
Apenas entre finales de los años ochentas y principios de los noventas, volvimos a enfrentarnos al tema, siendo el propio Compañero Fidel Castro el que lo retomó. Estamos moviéndonos en la dirección de atacarlo fuertemente, pero aún no forma parte del debate público como debiera hacerse, según mi opinión, y permanece secuestrado en espacios limitados, en públicos interesados, pero aun pequeños, con ninguna divulgación en los medios, de lo que en esos espacios se discute.
Por eso en mi último artículo, llamo la atención fuertemente a que el tema forme parte del debate público nacional, esté en la agenda de todas las organizaciones políticas, de masas, culturales y en todos los espacios de la sociedad civil cubana. Pues, generalmente, su no reconocimiento es uno de los problemas más serios que enfrentamos para solucionarlo. Cuba ha devenido en el paradigma que nos dice, que no basta autoproclamarnos como una sociedad socialista y luchar contra el capitalismo, para solucionar la discriminación racial y el racismo. Hay que avanzar mucho más allá, sobre todo en el orden político y cultural.
¿Qué haces en concreto al respecto de este importante asunto? ¿Qué podríamos hacer todos los cubanos?
— Tenemos comisiones nacionales que abordan el problema. La Asamblea Nacional ha comenzado a prestarle atención. Tenemos debates en las provincias del país. Se negocia con todos los organismos del estado y el gobierno para que desempeñen el papel que les corresponde. Pero aún no hemos logrado romper el nudo burocrático que nos impide avanzar más rápido en el tema.
Siendo esos los obstáculos, que nos impiden decir que de manera total, ya el racismo y la discriminación no son un problema institucional en Cuba. El estado no es racista, el gobierno no lo es, nuestras instituciones no son racistas, pero aún no logramos que todas participen con la fuerza de su institucionalidad para erradicar el problema.
Otros retos los tenemos con la identidad. Los cubanos debiéramos fortalecer nuestra identidad. Durante años prestamos una fuerte atención a la identidad nacional, como resultado del enfrentamiento político con Estados Unidos en particular. Pero el asunto de la identidad cultural y racial quedaron rezagadas. No avanzaron de igual forma, para que hayamos logrado completar el sistema que nos permitiría estar en ventaja en la lucha que aún tenemos que librar contra la discriminación racial y el racismo que sobreviven.
Carecemos aún de la conciencia racial que hace falta para combatir contra el racismo y la discriminación. Nuestro racismo, al ser un racismo menos de apartheid, menos de separación de los colores, más de compartir entre todos, más hipócrita, más de blanqueamiento, tuvo también el lado negativo de impedirnos ganar una fuerte conciencia racial de la que hoy carecemos. Cuba no fue Estados Unidos, donde los negros tenían que hablar inglés, no podían adorar sus deidades ni tocar sus tambores.
El negro en Cuba se mezcló más con el colonizador blanco, sin dejar de ser esclavo, recibía a veces un trato menos inhumano, podía hablar sus lenguas traídas de Africa, tocar sus tambores, adorar a sus deidades, preparar sus brebajes que lo daba a tomar al colonizador blanco, si éste se enfermaba.
Surgió además el mestizo .Los negros en Cuba tuvieron una participación nada despreciable en la formación de la nación y de la cultura cubana. Tenían sus fiestas, que no pocas veces los blancos compartían. El hacendado tenía un hijo con la negra y podía adquirir para él un “titulo de blanqueamiento”. Desde principios del siglo XVI el negro podía comprar su libertad o recibir la manumisión. Existían batallones de Pardos y Morenos. Y en general, se trataba de un racismo más hipócrita, que se escondía. Todo esto produjo en Cuba el fenómeno de que muchas personas, sin ser blancas no se asumen como negras o mestizas. En Cuba con una gota de sangre blanca se puede ser blanco. En Cuba nadie acepta el calificativo de racista. Nuestros último Censo Nacional califica al 65% de la población como blanca y como negra sólo a poco más de un 10%.El resto son los llamados mestizos .Pero con una mirada atenta en la calle, se puede observar que todos en Cuba somos mestizos. Tratándose de un fenómeno que está en capacidad de avergonzarnos a todos los cubanos. Por lo que se trata de un problema de disfuncionalidad cultural de toda la sociedad cubana.
Entonces debatir el tema públicamente en la dirección de encontrarle de manera conjunta la solución, problema que afecta nuestro proyecto como sociedad y como nación, en esencia mestiza, es sumamente importante. Terminar de reconocer esto último como la realidad más palpable, sería vital. Pues no se trata de una cuestión entre blancos, negros y mestizos, sino de toda la sociedad cubana.
Estarías de acuerdo en definirte como parte de la Nueva Izquierda cubana a favor de lo que se ha dado en denominar el Socialismo del siglo XXI? ¿Eso es compatible con la lucha de tantos años que hemos compartido a favor de la Revolución Cubana? ¿Habría que hacer una Revolución dentro de la Revolución en Cuba para actualizarnos con los tiempos?
— En realidad, yo siento que siempre he sido el mismo, desde el punto de vista de que he tratado de avanzar con aquellas ideas que me permiten continuar considerándome como un revolucionario socialista. Para eso, no he vivido de ilusiones ni en el pasado .Sino siempre tratando de mirar hacia el futuro, superar mis propios errores de concepción, cuando los he tenido, escuchando mucho, tratando de aprender de todo el mundo, y asumiendo siempre una actitud crítica cuando lo he considerado necesario, sin medir las consecuencias que tal posición me haya podido traer. Tengo un lema: “en la Cuba de hoy quien quiera continuar siendo revolucionario, debe tener su propia guerra, librar sus propias batallas y asumir los riegos que le vengan encima”. En realidad no me he puesto a pensar si soy parte de una nueva izquierda o no. Aunque no me asustaría si llego a esa conclusión .Pero debo confesarte que hasta hoy no había pensado en eso.
Yo de lo que sí estoy seguro y me siento muy feliz de ello, es que tengo mi “propia revolución”, que puede o no ser la de otros, pero es la que yo pienso y quiero hacer; combato contra todas las que no considero buenas ideas, sin temor a equivocarme; trato de convencer si creo que tengo la razón para sumar fuerzas y voy librando batallas dentro de las que son mis ideas. Sobre adónde debe ir el país, cuáles son las cosas que nos hacen daño y qué caminos serían los más convenientes, siempre como alternativas posibles, porque sobre todo, trato de ser realista. Determinados problemas pueden no tener una única solución.
Me preocupa sobremanera ser consecuente. Nunca reniego de mis orígenes, nunca me parecen ridículas las cosas en que un día creí y que ya no me parecen válidas. Estas últimas las analizo como si estuviera mirando hacia mis otros yo, en otros momentos y espacios y siempre recojo de eso lo que me parece que me puede continuar siendo útil para mi vida presente
Yo soy de la opinión de que toda revolución, en cualquier campo de la vida, tiene que auto renovarse continuamente. Por tanto, pienso que la idea de una revolución dentro de otra no es un absurdo. Yo veo a la revolución como veo la vida, como una gran escalinata, en la que incluso los escalones que ahora nos parecen absurdos, también nos ayudaron a escalar. No desprecio ninguno. No reniego de ninguno. Todos me ayudaron a estar en el lugar en que ahora me encuentro. Hoy soy, porque fui ayer .Pensar de otro modo creo que no ayuda a entender que las cosas cambian, se superan, a veces se truecan en su contario, pueden hasta retroceder, y en la vida hay que ser capaz de seguir esa dialéctica, para sentirnos siempre útil a las ideas que defendemos, hasta el día en que nos llegue el momento de irnos. ¿A otro mundo? eso sí no lo sé.
Si pensar así, es considerarse como una nueva izquierda, no tengo a menos reconocerlo.
Yo quiero seguir estando siempre en la izquierda, es el lado del espectro político-ideológico que más me satisface. Pero la izquierda no puede ser estática, creo que hay que buscarla continuamente, dado que creyendo estar en la izquierda, es posible terminar en la derecha. No hay nada más continuamente nuevo y dinámico que la izquierda. La derecha no hay casi ni que buscarla; estáncate en la propia izquierda y pronto estarás en la derecha. Sólo la derecha es cómoda. La izquierda es la lucha continua y sin descanso. Es la única posición en la que no se debe ni se puede descansar. Si te acomodas, ya estás en la derecha. Porque eso es la derecha, acomodamiento. Por tanto, de ese modo, tal vez, me siento siempre parte de una nueva izquierda.
Tienes alguna cuestión o criterio que plantear al margen de las preguntas, que desees expresar.
— Me parece que entrevistas como estas son muy útiles, porque te hacen reflexionar y eso siempre es muy bueno, hasta para conocerse más uno mismo.
Unicornio, domingo 28 de julio 2013.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=24&idTitulo=258438
Nota: los invito a visitar mi página WEB http://www.cuba-spd.com/#
«Esos puntos de partida aún no han logrado ser superados. Pues aunque en Cuba la pobreza fue también masivamente blanca, la riqueza nunca fue negra.»
Ahora la pobreza es masiva, independientemente del color de la piel: En eso sí fue efectivo el gobierno cubano: Miseria pareja (Claro está, menos para los iluminados y compinches selectos)
«Pero con una mirada atenta en la calle, se puede observar que todos en Cuba somos mestizos.»
Que me perdone el señor Morales, pero en Cuba no todos son mestizos. quizás la mayoría, pero no todos. Yo dudo que existan estadísticas verdaderamente confiables para establecer eso. Po no caer en un extemo, no caigamos en el otro, por favor. Incluso a este señor se le olvida que no toda España quedö bajo dominio árabe.
«No hay nada más continuamente nuevo y dinámico que la izquierda. La derecha no hay casi ni que buscarla; estáncate en la propia izquierda y pronto estarás en la derecha. Sólo la derecha es cómoda. La izquierda es la lucha continua y sin descanso. Es la única posición en la que no se debe ni se puede descansar. Si te acomodas, ya estás en la derecha. Porque eso es la derecha, acomodamiento.»
Si esto no es maniqueísmo, y del bueno, que venga Dios y lo diga ¿Y todavía este señor se dice «politólogo»?. Nunca ha logrado la izquierda en ningún lugar la calidad de vida para el ciudadano medio que ha logrado la derecha (Para usar su fraseología) ¿Y todavía dice que la derecha es «acomodamiento»? parece que este señor de historia sabe muy poco, porque la mayoría de las reivindicaciones que la izquierda hace suyas, son las mismas que la derecha reclamó mucho antes de que nadie pensara llamarse «izquierda2
Y será muy catedrático y todo, pero creo que no le vendría mal leer a Fernando Ortiz, Manuel Moreno Fraginals y a Jose Luciano Franco y a Rogelio Martínez Furé.
f»ue sólo a partir del triunfo de la Revolución en 1959, que los pobres en general y los negros en particular, lograron en realidad, tener oportunidades de ascenso social en Cuba»
Decir que fue «SOLO» a partir de la revolución es una mentira. parece que a Esteban no le conviene acordarse de que, muchos hombres destacados de Cuba fueron de procedencia pobre, y más aún, omite que, por ejemplo, Jesús Menéndez fue representante a la Cámara, y que Cuba tuvo un mulato presidente.
Jorgealejandro1 y elyoyo como siempre, tomándose el tiempo para en cada post (aunque se hable de la vida en Marte o de la historia de los carnavales) hablar del «desastre» de la Revolución. Me maravilla el tiempo que ustedes dedican a este asunto!! Cuánto les pagan?
Es lamentable tener que perder minutos respondiéndoles pero lo hago para que si alguna otra persona se pasea por este blog sepa que no todos los cubanos tenemos la visión catastrófica que ustedes tienen de la Revolución. Que hay gente capaz de hacer críticas, estar inconformes con muchos problemas, pero que pensamos que el mundo no se divide simplistamente en el paraíso capitalista y el infierno socialista.
Desgástense replicando si quieren, como ya les dije antes, no voy a responderles, a mi sí que no me pagan por esto.
» Me maravilla el tiempo que ustedes dedican a este asunto!! Cuánto les pagan?»
Karel:
De verdad que ya tu perdiste la noción del ridículo. Yo hablo lo que me dé la gana y cuando me dé la gana, para eso soy libre ¿Me entendiste? Ya te dije una vez que la última parte de esta frase es un plagio. ¿O te tengo que aplicar aquello de «Cree el ladrón que todos son de su condición?» Di algo que no hayamos oído por favor, ¿O es que para ser «revolucionario» hay que ser papagayo? ¡ Y qué majomía con el dinero, por Dios! Yo no tengo la culpa de la miseria de salario que te paga tu gobierno, ni de que yo pueda vivir mucho más decorosamente que tú con el mío. Reclámale a Raulito a ver si te tira dos o tres piltrafas más para ver si logras dormir más tranquilo. en cuanto a que repliques o no acabas de perder otra excelente oportunidad de quedarte callado.
Además ¿Estás molesto?: Señal de que vamos bien.
Karel:
Es bueno saber que no me vas a responder más. Es un alivio, créeme que me has alegrado el día.
Felix dice: ¿Podrías brevemente exponernos los aspectos principales de tu currículo? ¿Cómo escribirías una nota curricular para incluir en un libro tuyo, presentado ante una exigente editorial que podría ser el público lector de Por Esto!?
Los cubanos nos hemos acostumbrado a los títulos, las medallas, los reconocimientos como sí fuesen títulos nobiliarios que hablan y dejan sentado de por sí refonocimiento alguno. Los mismo que un conde, un marqués o príncipe de Asturias.
Otra muestra de que estamos lejos, lejisimo de donde va el mundo. Para saber la verdad deberían saber cuantos doctores en ciencia, diplomados y eminentes científicos están en la cola del paro en cualquier país.
La pregunta del millón amigo Félix es: qué le dirías a un empleador normalito, para convencerle de que te de trabajo. ¿Cómo se traducen todos esos motes en efectividad, en productividad; en otras palabras: ¿cuantos vales en la vida real?
Muchas rebeliones antiesclavistas, tres Guerras de Independencia y casi 60 años de república, no cambiaron la situación antes explicada, y fue sólo a partir del triunfo de la Revolución en 1959, que los pobres en general y los negros en particular, lograron en realidad, tener oportunidades de ascenso social en Cuba
y más adelante
Yo veo a la revolución como veo la vida, como una gran escalinata, en la que incluso los escalones que ahora nos parecen absurdos, también nos ayudaron a escalar. No desprecio ninguno. No reniego de ninguno. Todos me ayudaron a estar en el lugar en que ahora me encuentro. Hoy soy, porque fui ayer
Esa manía de creer en los «saltos evolutivos». La parte interesante no obstante es la falta de sinceridad del profesor a la hora de tratar su relación con la historia de nuestra nación. Como todo fanático, está dispuesto a perdonar cualquier «peldaño en la escala de la ignominia» , escalado en nombre de los «ideales», pero es muy presto a despachar de un plumazo como «irrelevantes» 460 años de historia nacional con un simple «nosotros los negros no contábamos». ¡Qué erudición! ¡Cuanto rigor científico!
Sin duda, un CV impresionante ….
No se puede esperar mucho más del mismo académico Esteban Morales, quien fue separado del PCC (botado en buen cubano) por un texto crítico con la corrupción en altas esferas. Al parecer ese escalón no cuenta. Lo hicieron papilla, lo multiplicaron por cero con toda intensión, por pasar la línea no permitida, por criticar lo incriticable, por jugar con la cadena y molestar al mono… y todavía él piensa que fue un error, que fue la mano oculta de los burócratas, esa nueva fuerza fantasma capaz de oponerse a la revolución, detener las reformas, mandar a callar a Raúl Castro y enrumbar hacia el capitalismo sin que nadie pueda hacer nada.
Esteban padece del síndrome de La Habana. El de creer que su tortura fue un error, que no había intención por parte del torturador.
Maha,
Fíjate si es verdad, que hasta limita el problema a «Blanco-Negro», pero entre negro y mulato hay una discriminación que está documentada hasta en la literatura:
«Blanco, aunque pobre, sirve para marido; negro o mulato, ni el buey de oro»
(Cirilo Villaverde, Cecilia Valdés)
Y no hablemos del problema con los «jabaos»: Yo he oído a negros decir con desprecio: «El jabao no tiene raza». Igualmente he oído a una mulata: «Yo no quemo petróleo porque hay que adelantar; o a decir a un blanco: «Blanco entre negros, o el negro es muy buena gente; o el blanco no sirve; y a un jabao: «Yo negro: zapatos, frijoles y ropa.»
O sea, que dentro del mestizaje hay rascismo también, y de muy vieja data. Incluso los nombres para los individuos que son resultado de la mezcla de sangres, son mucho más que los de negro, blanco, mulato, según lo documentan Alejo carpentier, Don fernabdo Ortiz, o José Luciano Franco, para poner dos ejemplos ilustres:
De blanco e indía – mestizo
De indio con negra – zambo
De negro con zamba – zambo prieto
De español con negra – mulato
De mulata con blanco – morisco
De español con morisca – albino
De español con mestizo – castizo
De albino con blanca – salta atrás (Uno de los miembros tenía que tener como abuelo o bisabuelo negro)
De indio con mestizo – coyote (También se denomina cholo)
De mulato con india – chino
De español con coyote – harnizo
De coyote con indio – chamizo
De chino con india – cambujo
De salta atrás con mulato – lobo
De lobo con china – gilvaro
De gilvaro con mulata – albarazado
De albarazado con negra – cambujo
De cambujo con india – sambaigo
De sambaigo con loba – campamulato
En Hecatonquiros:
De español e india nace mestizo
De mestizo y español, castizo
De castiza y español, español
De española y negro, mulato
De español y mulato, morisco
De español y morisca, albino
De español y albino, torna atrás
De indio y torna atrás, lobo
De lobo e india, zambazo
De zambazo e india, cambujo
De cambujo y mulata, albarazado
De albarazado y mulata, barcino
De barcino y mulata, coyote
De coyote e india, chamizo
De chamizo y mestiza, coyote mestizo
De coyote y mestizo, chango.
Lo de menos es que la discriminación racial (o la intolerancia hacia el «otro») no sea exclusivo de la «raza blanca»; lo que realmente resulta desagradable es que una persona que por su formación académica debería comprender las incongruencias de sus planteamientos (académicos y vitales) sea capaz de soltar discursos tan manidos, simplones e insostenibles como el de esta entrevista
Y que el «entrevistador» (especialista él, como ha demostrado de manera fehaciente) en discursos «buenistas», vacíos de todo contenido, de cualquier fantasma siquiera de solución a ninguno de los problemas que intenta «analizar», se dedique poco menos que a cantarle loas. ¿Y todo porque el profesor, en un momento de lucidez, del que probablemente se arrepienta, se le ocurrió decir una palabra altisonante? Esto es un chiste ….
«la izquierda no puede ser estática» .. ¿En serio , profesor? ¿Considera usted que la «derecha» es un movimiento político estático ? ¿Que solo a los «zurdos» les corresponde el honor y la gloria de promover los «cambios»?
No sé por qué se quejan de intolerancia (racial en este caso, como justificación de su abulia política, de haber dedicado toda su vida a aplaudir a rabiar las causas que han llevado a lo que ahora miráis asombrados diciendo «¿y esta m…. de donde salió?») : toda esa izquierda que se cree el no va más de la progresía y la causa de que el mundo se mueva es un monumento viviente a la intolerancia.
Que todavia intelectuales cubanos escriban textos como este es señal de que se necesita un profundo cambio.
Bueno, hace décadas que se viene necesitando
En realidad es señal de que no se puede contar con ellos para que esos cambios ocurran
Mmmmmmm, discrepo de esto Maha.. lo que yo creo es que no estan siendo honestos, es decir, creo que saben que estan mintiendo pero que hoy no les queda mas remedio que mentir. Hombres falsos, que se saben falsos y se creen ¿lo estaran? obligados a falsearse.
Si se puede contar con ellos, asi tambien hablaban muchos en aquella vieja Europa socialista….mi opinion, desde hace mucho tiempo, es que la revolucion cubana, y sus supuesto acolitos, son mas falsos de lo que logramos imaginarnos.
Y es que, Maha, no se trata de defender o no causas justas, se trata de que las bases teoricas y conceptuales de aquello son un absurdo de tal magnitud, que creeme, muy pocos intelectuales, incluyendo a Esteban, se lo pueden creer. Apuesto por pensar que Esteban hoy tiene, sencillamente, mas miedo que ayer.. sus razones no le faltan ¿verdad?
Soy todo oidos.
Bro, cuando alguien «atormentado» por esa doblez que describes intenta razonar derecho, sin subterfugios, le sale cada disparate que casi es preferible que no lo haga
IMHO. claro está … puedo equivocarme
Por supuesto que todo el andamiaje «antes de Castro I todo era horrible y en nada contribuyó a la nación, cuando llegó el caballo se hizo la luz e incluso las sombras fueron más claras qeu el más radiante día de cualquier época anterior» no se sostiene y es evidentemente falso, pero los que sostienen esa falacia son incapaces de imaginar nada potable para el futuro de la nación
Yo personalmente prefiero ni leer lo que generarán le día que dejen de sentir miedo
Alguien, me puede explicar que se entiende en Cuba por Doctor en Ciencias, así pela´o, entiendo lo de Doctor en Ciencias Económicas, pero que yo sepa, en el mundo entero cada doctor en ciencia tiene que estar afiliado a una ciencia escpecífica, o sea cuando se defiende una tesis de doctorado es sobre una ciencia específica, además y lo se´ por experiencia, todos estos supuestos doctores, no son más que los llamados candidatos a doctores, en la vieja tradición rusa, que en Cuba de un plumazo todos pasaron a ser doctores en ciencia, cuando antes se llamaban candidatos..
Que mientras la plebe intentaba buscarse la vida ellos siguieron jugando a escribir unos mamotretos llamados tesis.