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Por Rogelio M. Díaz Moreno
Cómo se manifiestan las ironías, ahora que se anunció la apertura de los tan esperados servicios de Internet para el público cubano.
La primera frase sarcástica que me viene a la mente trae tono de pregunta, dirigida a todos esos voceros del oficialismo: bueno, qué, ¿quitó el bloqueo el gobierno de los Estados Unidos?
Tendría que haber sido así, según el discurso de todos estos años. El principal culpable de que los criollitxs estuviéramos masivamente desconectados, me repetían hasta el hartazgo, era ese bloqueo que impedía que Cuba intercambiara abiertamente con las redes informáticas mundiales. Yo no lo entendía muy bien, porque mi red Infomed, en mi hospital, me concede acceso a centenas de revistas y otras fuentes científicas internacionales, incluso basadas en los Estados Unidos. Y las personas privilegiadas por el gobierno, más las corporaciones, los turistas de los hoteles, etc., tenían desde hace mucho, mucho más acceso. Pero a la prensa y a los funcionarios del gobierno nuestro, no los distingue la lógica. ¿O, debería decir, la sinceridad? ¿Se sentirá alguien ofendido por esta implicación de falsía? El caso es que si antes no teníamos Internet por culpa del bloqueo, y ahora sí tenemos, sería porque se acabó el bloqueo. O porque el pretexto era mentira. El caso es que el viceministro de Comunicaciones, Wilfredo González Vidal, le dijo clarito, clarito, a los periodistas cubanos que lo entrevistaron: Reiteramos que no hay otras limitaciones que no sean las tecnológicas y financieras.
Entonces resulta que ahora reapareció el famoso cable desde Venezuela. Pobrecito, parecía que se había ahogado o que los tiburones habían hecho espaguettis con él. Después de todo este tiempo, en el que simplemente preguntar por el mismo podía resultar problemático para el atrevido. Pregúntenle, si no lo creen, a los chicos de La Joven Cuba.
El siguiente tema de escándalo pudiera ser, aunque ya estemos acostumbrados, el tema de los precios. Una horita de navegación en uno de los flamantes ciber cafés del Estado, me costaría mi salario de una semana de trabajo. Por supuesto, ni pienso acercarme por esos lugares, que bastantes dificultades tenemos ya para costearnos una alimentación adecuada. La argumentación oficial sobre el costo de las inversiones, de operación, de la necesidad de una ganancia comercial, es tan unilateral como siempre. Los que mantenemos esa aberración de Estado con nuestros esfuerzos e inteligencia a cambio de una subsistencia ínfima, sabemos y confirmamos que cada día que, mientras no le arrebatemos el embudo de su poder, nos va a seguir tocando la ley del lado flaco. O esperar a que, cuando la rana críe pelos, nuestros salarios y los precios empiecen a corresponderse racionalmente.
La última perla de la versión oficial es la afirmación de que No será el mercado el que regule el acceso al conocimiento en nuestro país. González Vidal lo soltó así mismitico, con toda la complacencia de los periodistas, como insulto final a la inteligencia de los que estamos en el público. Mire usted, decir eso con los precios que le han puesto al servicio. Después de llenarse la boca por tanto tiempo con la demagogia de los usos sociales de Internet, de la conectividad de los centros educativos, de investigación, de salud, etc. ¿Dónde están las mejoras en conectividad para los hospitales y los policlínicos, para las Universidades y las escuelas del barrio, para los Joven Club de computación a donde puede ir el hijo de Liborio que no puede pagar los casi 150 pesos que cuesta convertirse en inter-Nauta por una fugacísima hora? Para este sector no hay cable, mejora de conectividad, servicios de telecomunicaciones modernos, solo zozobra en un mar de angustia y precariedad. Para un futuro, se nos promete, llegaréis a buen y próspero puerto si seguís confiando y cumpliendo con lo que se os orienta. Aquel futuro, intuimos, en el que el batracio del párrafo anterior va al barbero.
Una vez más, el gobierno lo ha hecho muy, pero que muy bien desde su perspectiva con la nueva medida. Esta se ha añadido a la posibilidad de que los cubanos pudientes tengan y usen teléfonos celulares; se alojen los que puedan pagarlos en lujosos hoteles; compren computadoras, vehículos, en fin, que no quede ni una de las realmente anacrónicas prohibiciones que le estorben el camino al buen consumidor. Naturalmente, pagando las mayores cantidades de dinero que el mercado rampante y campante le permite obtener al celoso dueño del único monopolio legal y posible. Que no se diga ya que hay una restricción política interpuesta en el camino de los negocios. Como lo dejó entrever el viceministro, todas las demoras en el camino hacia la plena maduración de las relaciones capitalistas de las más mentirosas que en este mundo hayan sido, pero sus hechos revelan su verdadera naturaleza, son solo en lo que se resuelven cuestiones tecnológicas y financieras.
¡Al fin alguien que habla con la cabeza clara y los pies en el suelo!
¿Por qué entonces el atraco a mano armada de cobrarte una semana de trabajo por una internet de velocidad de burla, requetecontrolada, requetevigilada y requetelimitada por añadidura? ¿Porque quieren que te abras al mundo? ( ¡Vade retro!) PORQUE LO QUE NECESITAN ES PLATA, y te la van a sacar del lomo a ti y al que sea. Hace medio siglo que juegan al chantaje y al garrote con la necesidad del cubano de adentro, y el amor filial de los cubanos de afuera ¿Piensas que van a perder el sueño, porque tengan que seguir desollándote vivo para mantenerse el el trono y seguir la vaciladera a costa tuya? El que lo va a perder eres tú sacando cuéntas, si eres lo suficientemente idiota como para montarte en ese carro.
Este post no es para estar o no de acuerdo… o casi porque Rogelio, en un momento de rabia dice La última perla de la versión oficial es la afirmación de que No será el mercado el que regule el acceso al conocimiento en nuestro país. González Vidal lo soltó así mismitico, con toda la complacencia de los periodistas, como insulto final a la inteligencia de los que estamos en el público. Mire usted, decir eso con los precios que le han puesto al servicio.
Y en ese punto tengo que darle la razón al ministro. Esos precios no son precios de mercado, son precios de MONOPOLIO sobre la economía porque en Cuba NO HAY MERCADO. Ellos no tienen ninguna presión o competencia que regule los precios.
En los países normales, regidos por el mercado, hay siempre varias compañías telefónicas y por tanto los precios BAJAN, no suben. No quisiera tener que mencionártelo, pero en Europa (donde todo es mucho más caro que en todos lados) una hora en un cibercafé vale un euro. Pero es que hoy ya los cibercafés permanecen vacíos, se usan en caso de emergencia (lo que lleva a la conclusión de que además de CARO, nuestros graciosas majestades están invirtiendo en TECNOLOGÍA OBSOLETA). Los países normales, con 1l menos 10 compañías de telecomunicaciones, ofrecen tarifa plana EN CASA o en el TU MÓVIL por precios entre 20 y 40 euros AL MES! (de 3 a 6 centavos la hora).
Si en Cuba existiese mercado presenciarías cómo las compañías, para ganar clientes BAJAN LOS PRECIOS o te ofrecen MÁS POR MENOS. O puedes esperar a que la WIFI de larga distancia entre en operación comercial (no falta mucho).
«Una vez más, el gobierno lo ha hecho muy, pero que muy bien desde su perspectiva con la nueva medida. Esta se ha añadido a la posibilidad de que los cubanos pudientes tengan y usen teléfonos celulares; se alojen los que puedan pagarlos en lujosos hoteles; compren computadoras, vehículos, en fin, que no quede ni una de las realmente anacrónicas prohibiciones que le estorben el camino al buen consumidor»
¿ ES QUE CREISTE ALGUNA VEZ EN LA IGUALDAD TAN CACAREADA POR REGIMEN CUBANO? ANDAN POR EL MUNDO LAS FOTOS DEL CAMPEON DEL RECIENTE TORNEO DE GOLF EN CUBA , TODO UN PLAY BOY DE APELLIDO CASTRO.¿ YA EL GRANMA LAS PUBLICO?
Muy buen texto de Rogelio y el título es particularmente explicativo. «Por el precio los conoceréis»
Ya Rasvberg sacó la cuenta y toca a una hora cada cinco años de acceso a internet para cada ciudadano interesado, si tomamos en cuenta que ocho millones estarían interesados en el acceso a internet: yo creo que hay más interesados. Con el ritmo de las reformas, en cuatro años más duplicarán el número de computadoras estatales y entonces cada ciudadano tendrá una hora de acceso cada dos años y medios. «Toda una gran liberación de las fuerzas productivas» y en cuanto al precio, es definitivamente el mercado el que está definiendo el acceso al conocimiento y la comunicación, aunque el vice ministro haya dicho lo contrario, porque como la mayoría de los dirigentes cubanos, hacen declaraciones erráticas sin que la prensa oficial se ocupe de emplazarlos.
La mentalidad parásita del estado cubano no ha cambiado con las reformas. Ahora leí que a los precios monopólicos y a dedo de todo el comercio interior se les llama precios «recaudatorios» y estos no son más que todos los precios «inflados» que ya conocíamos desde los años 90s que en las tiendas TRD, tenían un 240% de impuestos sobre su costo real.
Como la formación de precios están definidos a dedo y no por la oferta y demanda seguiremos en las mismas y el estado parásito se apropia del plus trabajo vía la circulación y no sobre la producción. Así no hay reforma que funcione.
¿Sabían que los cuentapropistas tienen un monto de impuesto superior a las empresas de capital extranjero( empresas mixtas) en Cuba? Eso expresa una política del nuevo modelo.
Amén, señora: Más claro no canta un gallo.